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Jueves 24 de Octubre de 2024

San Juan de Dios de León advierte del aumento de jóvenes con estudios y de refugiados excluidos del sistema de acogida sin hogar

Las personas atendidas este 2024 en el Hogar Municipal del Transeúnte, gestionado por la Orden en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de León, han fluctuado entre las 37 de agosto y las 79 de mayo sumando un total de 3.609 pernoctaciones frente a las 4.783 estancias del conjunto de 2023 • “Nos preocupa el incremento de usuarios solicitantes de Protección Internacional que se quedan en la calle, así como de aquellos que nunca habían pisado un recurso como el nuestro”, ha precisado su responsable, Luis Ángel Calderón, sin olvidar un nuevo perfil que, con una enfermedad mental de base, también es alarmante • El albergue de la calle Panaderos contará con siete plazas para mujeres desde finales de noviembre.
San Juan de Dios de León advierte del aumento de jóvenes con estudios y de refugiados excluidos del sistema de acogida sin hogar

El Hogar Municipal del Transeúnte (HMT), gestionado desde el año 1986 por San Juan de Dios en virtud de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de León, ha registrado este 2024 un total de 3.609 pernoctaciones en sus 21 plazas -frente a las 4.783 estancias del conjunto de 2023- con una cifra de personas atendidas que ha fluctuado entre las 37 de agosto y las 79 de mayo. Muchas de ellas, según ha apuntado su responsable, Luis Ángel Calderón, “nunca habían pisado un recurso como el nuestro”. 

“Se encuentran por primera en situación de calle, sobre todo por no tener ingresos suficientes para poder pagar una habitación”, ha explicado. Y es que las dificultades de acceso a una vivienda son parte del problema y los desahucios, mayoritariamente por impago del alquiler, están llevando a muchas personas a no tener dónde vivir. 

“A la espera de una cita que no llega” 

Los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años con estudios, que en algunos casos son universitarios, dibujan la nueva cara del sinhogarismo. Una realidad social en la que “también se ha notado un incremento del número de personas procedentes de Rumanía, Senegal y Argelia en situación irregular: “Nos preocupan los solicitantes de Protección Internacional que se quedan en la calle, empeorando ya de por sí su compleja situación, después de agotar los recursos existentes o a la espera de una cita que no llega”. 

“Otro perfil nuevo que es alarmante es el de las personas que sufren una enfermedad mental”, ha confesado Calderón desde un albergue situado en la calle Panaderos que, a finales de noviembre, contará con siete plazas para mujeres dando respuesta a una demanda que es creciente. Porque más de la mitad de las familias monoparentales en nuestro país están por debajo del umbral de la pobreza y en su mayoría están encabezadas por ellas. 

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a 2022, el número de personas sin hogar en nuestro país asciende a 28.000. Una cifra, sin embargo, muy alejada de la realidad puesto que que, desgraciadamente, como ha precisado Salvador Maneu, coordinador de Ámbito Social de San Juan de Dios España, “los datos de los que se dispone son incompletos y, aunque desde el Ministerio de Derechos Sociales han hecho un esfuerzo notable para establecer una metodología que permita conocer la verdadera magnitud de esta problemática, todavía no ha sido posible”. 

Un camino largo y complejo 

España es, según el último informe del Eurostat correspondiente a 2022, el cuarto país con mayor riesgo de pobreza y exclusión social sólo por detrás de Rumanía, Bulgaria y Grecia.  La solución, defienden en San Juan de Dios, pasa en primer lugar por la prevención, es decir, por activar los mecanismos que impidan que las personas lleguen a esta situación porque, una vez ahí, la reinserción es un camino largo y complejo.

Actualmente, las redes de protección social intermedia están colapsadas

 “Actualmente, las redes de protección social intermedia están colapsadas”, ha lamentado Maneu. Y esto afecta a los menores, a los inmigrantes, a las personas con problemas de salud mental… En el caso de los niños que viven en centros de acogida, por ejemplo, falta un programa efectivo de transición a la vida adulta que evite que muchos de ellos acaben en la red de atención a personas sin hogar cuando cumplen los 18 años. 

“Si se habla de población migrante en situación irregular, sucede algo similar. Muchos de ellos no tienen adónde ir cuando salen del sistema. La lentitud de la burocracia para obtener los permisos de trabajo, por ejemplo, tampoco juega en su favor. Todo ello hace que actualmente el 70% de la población sin hogar en España sea migrante”, ha advertido Maneu. 

Y en el caso de las personas con problemas de salud mental también se está fallando. “La mitad de las personas sin hogar presenta un diagnóstico de este tipo. Debemos mejorar la prevención en salud mental, promover el diagnóstico precoz, así como intervenciones integradas sociales y sanitarias para evitar que muchas personas acaben en dispositivos de atención a personas sin hogar por este motivo”, ha sostenido Maneu sin dejar pasar por alto que también es mejorable la política del ingreso mínimo vital: “Sabemos que sólo el 40% de quienes tienen derecho a esta prestación la reciben”.

 

 

 

 

 

 

 

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